Armas




De hoja cortante


El nihontō, conocido comúnmente como katana, es el arma más estrechamente relacionada con el samurái e incluso durante el periodo Edo, se le llegó a considerar como su alma. Un samurái nunca abandonaba su espada, aun en tiempos de paz. No obstante, durante la mayor parte de la historia japonesa, las principales armas fueron el arco y la lanza. No fue sino hasta finalizar las guerras que la espada adquirió fama. 
Los samuraís, entrenan en la aldea de Nobutada, hijo de Katsumoto.

Las primeras espadas utilizadas por soldados yamato eran rectas, algunas con empuñadura en forma de bulbo  («espada con cabeza de mazo»). Algunas otras, como las llamadas «espadas coreanas», tenían empuñadura en forma de argolla terminando con el aspecto de una silueta animal. Estas armas medían  90 cm.


La tachi fue la clásica espada samurái y colgaba con la hoja hacia abajo y debía ser desenfundada con ambas manos. Más tarde se logró desarrollar la katana, la cual, junto con el wakizashi, eran conocidas como daishō («grande y pequeña»).Cuando un samurái portaba su armadura completa, la katana colgaba con la hoja hacia abajo y el wakizashi era a veces reemplazado por un tantō, el cual llegó a ser considerado como una de las armas más importantes en el campo de batalla. Se decía que una buena espada debía ser capaz de 2 cosas: cortar 7 cuerpos apilados uno encima del otro y estar lo suficientemente afilada como para que al sumergirla en el agua pudiera cortar un nenúfar que flotara en la superficie.


La fuerza impresionante de la katana se debía a su curvatura, que hacía posible que el corte producido pudiera incluso seccionar el hueso del oponente. Los samuráis no utilizaban ningún escudo para su protección, dado que la katana era un arma defensiva y ofensiva al mismo tiempo. 

Durante gran parte de su infancia, los descendientes de samuráis se dedicaban a practicar distintas artes marciales. Se les instruía en el uso de la espada, el arco y la flecha, la lanza y la equitación, además del buceo y natación.

 
Los samuráis también eran hombres cultos. Aquí observamos al hijo mayor de Taka practicando su caligrafía.

Algren da inicio a su entrenamiento.






Algren recibe una katana. Uno de los mayores honores que podía obtener un samurái era recibir una espada por parte de su señor.

Otro tipo de espada desarrollada fue la nodachi, conocida como «espada de campaña». Ésta contaba con una hoja extra larga y apareció a comienzos del siglo XVI. La mayoría de los registros documentan que fueron creadas con la finalidad de servir como ofrendas a santuarios y templos.


El naginata (un tipo de espada larga) es el arma más citada en las crónicas samurái. Constaba de una hoja curva montada sobre un mango de madera. Era un arma sumamente versátil, ya que con ella se podía golpear, apuñalar o acuchillar al enemigo. 


Otra arma muy recurrente fue la yari, una especie de lanza japonesa que apareció como el arma utilizada por las tropas de infantería durante el siglo XV. Un tipo de yari, conocida como mochi yari, pasó a formar parte del arsenal de los samuráis.


Proyectiles


Durante la mayor parte de la historia de los samuráis, el arco japonés (yumi) fue su arma preferida y sólo se solía recurrir a la espada al descender del caballo y entablar combate cuerpo a cuerpo. Los samuráis solían ser expertos en el kyūba no michi «camino del arco y el caballo».  El arco tenía que ser levantado a la altura de la cabeza del jinete para poder disparar adecuadamente. La práctica del caballo y el arco dieron lugar al yabusame, el cual es practicado actualmente. La técnica del uso del arco a caballo necesitaba de mucha práctica, ya que sólo se podía disparar por el lado izquierdo del jinete y se contaba con un ángulo de disparo de 45º. Esto se complicaba en mayor medida si el jinete portaba una armadura. 
 
En la aldea, un samurái practica con el arco mientras monta a caballo.

Durante 1510, los samuráis conocieron el cañón de metal y en ese mismo año, Hōjō Ujimasa compró una pistola china. Para 1548, durante la Batalla de Uedahara, se registró el uso de armas de fuego, con lo que de una forma u otra su uso se había extendido entre los distintos clanes. En 1543, comerciantes portugueses arribaron a Japón buscando un intercambio comercial. Entre los artículos que intercambiaron estuvieron los arcabuces europeos. A partir de 1549, diversos artesanos desarrollaron la técnica necesaria para reproducir estas armas y comenzaron a fabricar arcabuces japoneses llamados Teppō («cañón de acero»).Para 1553 el ejército de Oda Nobunaga ya contaba con 500 arcabuceros, los cuales darían muestras de su efectividad con las tácticas adecuadas como disparos circulares utilizados en la batalla de Nagashino. Aunque muchos samuráis se opusieron a su implementación debido a que con estas nuevas condiciones cualquier soldado estaba en posición de matar de un solo tiro a un entrenado y diestro maestro de las artes marciales, su implementación se propagó por todo el país y se volvió un elemento típico en los conflictos bélicos.
Katsumoto se niega a ir en contra de sus tradiciones y rechaza el uso de armas de fuego.
Los samuráis eran grandes estrategas. En esta escena Algren y Katsumoto planean su último ataque.

Los rebeldes se preparan para su última batalla.

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