Análisis



The Last Samurai es una obra de arte que muestra un episodio cultural, épico, digno de disfrutarse en esta representación de una conmovedora lección de vida. Una persona que ha perdido su camino, puede creer que no vale la pena seguir, sin embargo sólo hace falta reencontrarse con uno mismo, enfrentar los miedos y vivir cada día como si fuese el último. 

Siempre supe que quería ser diseñadora, y sí, una vez más está película influyó en mi decisión. La materia de Historia siempre fue una de mis favoritas durante mi trayectoria escolar, y cada aspecto cuidado hasta el último detalle en la película, me hacía estremecer, fue entonces que supe lo que quería hacer: diseñar vestuario escénico, debido a que anhelaba poder recrear eras pasadas y traer a la vida personajes que hicieran sentir a los demás tal como yo me sentía en ese momento.

Antiguamente, la vida de estos guerreros era plena, debido a que tenían siempre presente a la muerte, y el pensar en ella constantemente les permitía disfrutar al máximo cada día, pues lo vivían como si fuera el último. Si tuviéramos el mismo pensamiento, podría ser más probable que las personas llevaran una vida más tranquila, no postergarían todo como suelen hacerlo, se preocuparían por arreglarse y verse bien todos los días, y gozarían cada momento al máximo; actualmente esto no es común, debido a que vivimos en un mundo lleno de tecnología, nos volvemos cada vez más sedentarios  y tendemos a dejar de lado nuestros deberes o diversiones porque creemos tener todo el tiempo del mundo para realizarlas, cuando la realidad es que nadie sabe realmente por cuánto tiempo más permanecerá con vida.

Los samuráis aunque eran guerreros, eran hombres de honor y respeto, el tener presente la muerte les hacía tener respeto por su vida y por aquellos que les rodeaban. Hoy en día, se ha vuelto común que las personas con mayor nivel social y económico crean tener mayor valor que aquellas que no cuentan con los mismos recursos, tratan a estas últimas de manera despectiva y se creen mejores en todo, pero la realidad es que ningún individuo vale más que otro, sus vidas son igualmente importantes, debido a que cada uno cumple con un papel importante en la sociedad sin importar sus orígenes o formación.

Desde temprana edad, el guerrero era educado en las artes de la guerra, desde muy joven, el samurái sabía que en algún momento debía morir, ya fuera protegiendo a su amo, su nación, su familia o defendiendo su honor. En la actualidad los seres humanos hemos olvidado cómo disfrutar de nuestra vida, le damos más importancia a nuestros deberes y obligaciones que a lo que realmente debería importarnos: nuestra vida y la familia. Vivimos en un mundo donde la tecnología nos ha distanciado, nos hemos vuelto competitivos e incluso hay a quienes no les importa pasar por encima de otros para conseguir sus objetivos. Si todos somos semejantes, entonces ¿por qué discriminar a otros?; la solidaridad se ha ido perdiendo al igual que la confianza y la lealtad, es usual que las personas juzguen a otras por su apariencia y no se tomen la molestia por conocer cómo son realmente los demás.

Un samurái no buscaba infringir dolor a su oponente, aunque fuera su adversario, este también luchaba por una causa y su vida poseía el mismo valor. Hoy en día no suele importar el dolor ajeno más que el bienestar propio, sí, hemos perdido nuestra esencia, nos hemos vuelto indiferentes ante las situaciones críticas frente a nuestros ojos; hay guerras, dolor, rencor y odio, tratamos a nuestros semejantes con frialdad y rudeza, terminamos con la vida de seres de otras especies, a pesar de cohabitar en un mismo planeta, nos creemos dueños de todo y no cuidamos nuestro mundo como es debido, olvidamos que los problemas ambientales son responsabilidad de todos, pero la indiferencia nos impide ver más allá de nosotros mismos; cada vez son menos las personas que realmente se interesan por frenar un problema, resulta ser la minoría quienes ayudan a otros; a pesar de pertenecer a la misma especie, hay quienes solo buscan dañar a otros, sin el más mínimo remordimiento.

Incluso en sus rituales de suicidio, la muerte del samurái debía ser tratada con respeto. Actualmente las personas viven con miedo a la muerte, debido a que frecuentemente los medios de comunicación informan sobre guerras y sufrimiento, las personas viven con terror a lo inminente, todos moriremos algún día, eso es lo único certero en esta vida, así que en vez de vivir con temor a los peligros a los que nos exponemos diariamente deberíamos ser simplemente precavidos, ya que el miedo sólo nos hace vulnerables y no nos permite gozar plenamente de nuestra vida. A pesar de que nuestro mundo actual no sea ideal, existen muchas cosas buenas en el.

Si, es verdad, algún día tendrás que partir, pero si tienes este hecho siempre presente te darás cuenta de  lo afortunado que eres; estás vivo, a tu alrededor existen personas que te aman y te protegerían de cualquier peligro. Ríe, diviértete, equivócate, cae y aprende a levantarte, la vida solo se vive una vez y es muy corta como para preocuparte por cosas sin sentido, aprende a gozar plenamente de tu estadía en este mundo, pues nunca se sabe cuando dejarás de ser capaz de hacerlo. 

A continuación, podrán adentrarse a este análisis de Diseño y Contexto, donde marco referencias claras en una investigación que describe el vestuario y varias escenas que son importantes de definir en el tema de la indumentaria y otros variantes artísticos a través de los ojos de diseñador.

Samurái-Tesoros de Japón

Exposición temporal en el Museo Nacional de Antropología. Una magnífica exposición, donde se develaban algunos secretos de Japón.

Samuráis modernos

Samurái moderno. Actualmente se realizan torneos de corte de paja, y bambú, combate cuerpo a cuerpo y ballet marcial; en cada disciplina se utiliza un sable de distinto:  bokken (madera), shinai (bambú), o katana (metal).
Actualmente se realizan torneos de combate cuerpo a cuerpo con Naginata.
El yabusame se sigue practicando. Actualmente se realizan torneos, en los cuales el participante debe acertar a distintos blancos mientras recorre un circuito a caballo.

Armas




De hoja cortante


El nihontō, conocido comúnmente como katana, es el arma más estrechamente relacionada con el samurái e incluso durante el periodo Edo, se le llegó a considerar como su alma. Un samurái nunca abandonaba su espada, aun en tiempos de paz. No obstante, durante la mayor parte de la historia japonesa, las principales armas fueron el arco y la lanza. No fue sino hasta finalizar las guerras que la espada adquirió fama. 
Los samuraís, entrenan en la aldea de Nobutada, hijo de Katsumoto.

Las primeras espadas utilizadas por soldados yamato eran rectas, algunas con empuñadura en forma de bulbo  («espada con cabeza de mazo»). Algunas otras, como las llamadas «espadas coreanas», tenían empuñadura en forma de argolla terminando con el aspecto de una silueta animal. Estas armas medían  90 cm.


La tachi fue la clásica espada samurái y colgaba con la hoja hacia abajo y debía ser desenfundada con ambas manos. Más tarde se logró desarrollar la katana, la cual, junto con el wakizashi, eran conocidas como daishō («grande y pequeña»).Cuando un samurái portaba su armadura completa, la katana colgaba con la hoja hacia abajo y el wakizashi era a veces reemplazado por un tantō, el cual llegó a ser considerado como una de las armas más importantes en el campo de batalla. Se decía que una buena espada debía ser capaz de 2 cosas: cortar 7 cuerpos apilados uno encima del otro y estar lo suficientemente afilada como para que al sumergirla en el agua pudiera cortar un nenúfar que flotara en la superficie.


La fuerza impresionante de la katana se debía a su curvatura, que hacía posible que el corte producido pudiera incluso seccionar el hueso del oponente. Los samuráis no utilizaban ningún escudo para su protección, dado que la katana era un arma defensiva y ofensiva al mismo tiempo. 

Durante gran parte de su infancia, los descendientes de samuráis se dedicaban a practicar distintas artes marciales. Se les instruía en el uso de la espada, el arco y la flecha, la lanza y la equitación, además del buceo y natación.

 
Los samuráis también eran hombres cultos. Aquí observamos al hijo mayor de Taka practicando su caligrafía.

Algren da inicio a su entrenamiento.






Algren recibe una katana. Uno de los mayores honores que podía obtener un samurái era recibir una espada por parte de su señor.

Otro tipo de espada desarrollada fue la nodachi, conocida como «espada de campaña». Ésta contaba con una hoja extra larga y apareció a comienzos del siglo XVI. La mayoría de los registros documentan que fueron creadas con la finalidad de servir como ofrendas a santuarios y templos.


El naginata (un tipo de espada larga) es el arma más citada en las crónicas samurái. Constaba de una hoja curva montada sobre un mango de madera. Era un arma sumamente versátil, ya que con ella se podía golpear, apuñalar o acuchillar al enemigo. 


Otra arma muy recurrente fue la yari, una especie de lanza japonesa que apareció como el arma utilizada por las tropas de infantería durante el siglo XV. Un tipo de yari, conocida como mochi yari, pasó a formar parte del arsenal de los samuráis.


Proyectiles


Durante la mayor parte de la historia de los samuráis, el arco japonés (yumi) fue su arma preferida y sólo se solía recurrir a la espada al descender del caballo y entablar combate cuerpo a cuerpo. Los samuráis solían ser expertos en el kyūba no michi «camino del arco y el caballo».  El arco tenía que ser levantado a la altura de la cabeza del jinete para poder disparar adecuadamente. La práctica del caballo y el arco dieron lugar al yabusame, el cual es practicado actualmente. La técnica del uso del arco a caballo necesitaba de mucha práctica, ya que sólo se podía disparar por el lado izquierdo del jinete y se contaba con un ángulo de disparo de 45º. Esto se complicaba en mayor medida si el jinete portaba una armadura. 
 
En la aldea, un samurái practica con el arco mientras monta a caballo.

Durante 1510, los samuráis conocieron el cañón de metal y en ese mismo año, Hōjō Ujimasa compró una pistola china. Para 1548, durante la Batalla de Uedahara, se registró el uso de armas de fuego, con lo que de una forma u otra su uso se había extendido entre los distintos clanes. En 1543, comerciantes portugueses arribaron a Japón buscando un intercambio comercial. Entre los artículos que intercambiaron estuvieron los arcabuces europeos. A partir de 1549, diversos artesanos desarrollaron la técnica necesaria para reproducir estas armas y comenzaron a fabricar arcabuces japoneses llamados Teppō («cañón de acero»).Para 1553 el ejército de Oda Nobunaga ya contaba con 500 arcabuceros, los cuales darían muestras de su efectividad con las tácticas adecuadas como disparos circulares utilizados en la batalla de Nagashino. Aunque muchos samuráis se opusieron a su implementación debido a que con estas nuevas condiciones cualquier soldado estaba en posición de matar de un solo tiro a un entrenado y diestro maestro de las artes marciales, su implementación se propagó por todo el país y se volvió un elemento típico en los conflictos bélicos.
Katsumoto se niega a ir en contra de sus tradiciones y rechaza el uso de armas de fuego.
Los samuráis eran grandes estrategas. En esta escena Algren y Katsumoto planean su último ataque.

Los rebeldes se preparan para su última batalla.

Indumentaria y Armaduras

Para un samurái, el vestirse era todo un ritual, debido a que era necesario seguir una serie de pasos para colocarse los ropajes y cada una de las piezas de su yoroi. El ritual requería de precisión y un orden específico, para proteger correctamente el cuerpo del guerrero, por ello las reglas para vestirse estaban escritas en en diversos tratados que describían el procedimiento tradicional.
Taka pide a Algren el usar la armadura de su difunto esposo, mencionando que sería un honor que la portase, Algren accede y ella le ayuda a vestirse con las prendas samurái tradicionales.


Ropa interior
Fundoshi: taparrabos.

Ropa para la batalla
  • Shitagi: prenda similar a un kimono ligero, pero más corta y ajustada. 
  • Yoroi hitatare: prenda costosa y con decoraciones vistosas, que se usaba sobre la shitagi. Utilizada únicamente por samuráis de alto rango.
  • Kobakama: pantalones ajustados.
  • Tabi: calcetines.
  • Hadaki: perneras de algodón o lino, atadas a la parte interior de las espinilleras.
  • Waraji: sandalias de paja. 

Armadura (Yoroi)

Primeras armaduras: tankō. Fabricadas en hierro macizo, las planchas de blindaje se sujetaban unas a otras con correas de cuero y estaban específicamente diseñadas para ser usadas de pie. Para proteger la parte baja del cuerpo, los guerreros llevaban una falda acampanada llamada kusazuri. Los hombros y antebrazos se cubrían con planchas curvas que llegaban hasta el codo. Desde esos tiempos, la superficie de metal se cubría de laca laminar para protegerla del clima. La característica particular del casco era que parte de adelante tenía forma de visera, además de dientes de hierro en la parte superior cuyo objeto era sujetar plumas de faisán. Posteriormente se diseñó un tipo de armadura laminar: keiko, de la cual a su vez se desprendió el estilo yoroi, que es la armadura clásica samurái. Si la armadura era hecha completamente de hierro, tenía un peso considerable, por ello sólo se empleaban piezas de ese metal en las zonas donde se requería mayor protección y en el resto de la armadura se alternaban piezas de hierro con cuero. En promedio, una yoroi tenía un peso aproximado de 30 kilogramos y proporcionaba una buena protección.
Las dos primeras son Yoroi (armadura), la tercera es una O-Yoroi (gran armadura).  La sencillez o complejidad de las yoroi dependía del rango del guerrero.

Durante la batalla en el bosque, se puede observar a varios samuráis usando distintas yoroi, de acuerdo al papel que desempeñan en el ejército de Katsumoto.

Antes de la última batalla, Katsumoto le obsequia una katana a Algren. En esta escena se hace notable la diferencia en las vestimentas de cada guerrero: tanto las prendas como la armadura de Katsumoto son más ornamentedas, mientras que las de Algren son más sencillas - recordemos que Algren lleva el ropaje de Hirotaro (cuñado de Katsumoto y esposo de Taka) quien al ser cercano a su señor poseía un ramgo superior y por lo tanto una armadura con mayor recubrimiento.
     
     
  • Suneate: espinilleras.

  • Haidate: protectores de los muslos.
  • Yugake: guantes de piel, reforzados por el kote.
  • Wakibiki: chaqueta que cubría las axilas y el pecho.
  • Do: coraza que cubría el torso.
  • Kusazuri: protección del vientre, colgaba de la parte inferior del do.
  • Sode: protectores de hombros.
  • Hachi-maki: banda de seda, colocada en la frente para absorber el sudor durante la batalla.
  • Kabuto: casco.

  • Mempo: máscara. Representaban demonios y fieras. Utilizada para intimidar al enemigo.

  • Hirotaro lleva una media máscara durante su combate cuerpo a cuerpo contra Algren.
El ejército de Katsumoto intimida al enemigo durante la batalla en el bosque.